Demasiado tiempo. Demasiado tiempo he pasado sumido en pensamientos del futuro cuando lo único que pasa es el presente.
Hay que tener las ideas claras. Desde el principio. Y cada vivencia las hará madurar, pues los años asientan bases y ofrecen esperanza en miles de aventuras por venir. Entonces, si simplemente confías en esas ideas y consigues aferrarte a ellas sabiendo que nadie te hará desprenderte de algo tan importante, si comienzas a luchar por ellas, acabas dándote cuenta que puede no afectarte el entorno y puedes vivir a expensas de él. Así es como te das cuenta de que la vida solo hay que vivirla, nada más. Sé inamovible, fuerte, resistente o únicamente déjate llevar... y olvídate de lo que te rodea. Porque todo es sencillo, es muy simple. Tan simple que llega a preocupar...
O no inquieta tener unas directrices que rijan tu existencia y que cuando te las saltes no pase nada...
Aún así el estrés, la preocupación, el nerviosismo te llevan a pararte en ti mismo mientras todo se mueve a tu alrededor
Quizá estoy loco. Puede que esto sólo sean ideas absurdas, pero absurda me resulta la tristeza de vivir, la agonía desarrollada por el día a día, por la monotonía y la rutina que matan las sonrisas de las personas.
La vida es absurdamente simple aunque nos empeñemos en fijar obstáculos que a veces llegan a hacerla mas interesante.
Es ley natural humana el complicarse antes de coger el camino recto. Puede que por curiosidad, puede que por ignorancia, quizá miedo o excesiva confianza. La libertad de elección nos hace únicos, pues podemos labrarnos nuestra propia historia sin atender a absurdos destinos platónicos que no nos llevarán a nada. No necesitamos que nos lleven a un destino, no es necesario llegar a él. Es necesario llegar a algún lado, y lo realmente importante es el camino que eligas para ese fin, que todavía es desconocido.
Y así es como una idea como esta, simplemente absurda, lleva a un loco a ver la vida como algo absurdamente simole
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