Deja de pensar, no vas a arreglar nada. Hagas lo que hagas, siempre acaba ocurriendo lo mismo, fracasas y no te rindes vuelves a intentarlo, te das otra oportunidad, pero derrota tras derrota te das cuenta y asimilas que siempre terminaras igual. Y te resignas, no te muevas, no actúes ya nada tiene solución. Tu camino es oscuro y caótico, y tu tan torpe. Los problemas te ahogan, piden a gritos una salida que se resiste y se esconde, que te hace existir olvidándote del mundo y sin recursos te hundes de nuevo. Hasta que un día te levantas caminas por tu vida sin temer nada consciente de que todo será en vano y se echará a perder arruinándote, pero tienes claro que no hay remedio porque nada de lo que haga cambiara las cosas…
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